martes, 5 de abril de 2011

!Yo, una fantasma¡

Mientras paseaba por el bosque, me gustaba pisar los enormes charcos con mis catiuscas para sentir el frescor del agua sin mojarme. Tambien escuchaba el melodioso cantar de los pájaros y me gustaba adentrarme en los sitios más difíciles de ver. Esta es la historia que para mí acabó en catástrofe:
Hace unos 200 años estaba subida a un árbol en el bosque. El árbol era muy alto y mis padres me decían que bajara pero yo no les hacía caso. De repente salió una abeja de su colmena y en pocos instantes, sin que me diera cuenta, estaba a mi espalda. Yo le tenía alergia a las abejas así que intenté espantarla pero no sirvió de nada porque le parecí una amenaza y me picó. Luego me caí del árbol, que debería de medir 6 metros por lo menos, y me dí con una piedra en la nuca. Caí en el agujero negro de mi mente.
Ahora estoy vagando por el mundo, soy un fantasma. No me gusta ser un fantasma, perdí toda mi infancia. Yo solo tenía 6 años cuando me caí de ese árbol. Ya no recuerdo donde vivía, quiénes eran mis padres y ni siquiera sé como era yo, mejor dicho, como había sido mi vida sin atravesar las paredes. ¿Que habría sido de mí? Ahora lo mejor que hago es asustar a la gente, lo que hacen los fantasmas, pero a mí no me gusta y me gustaría poder tener mi propia personalidad, cosa que los fantasmas no tienen y tampoco sentimientos. Pero yo si que tengo, soy diferente.

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